Gracias a los acuerdos con las embotelladoras, Coca-Cola suministraba el concentrado a estas y ellas elaboraban, distribuían y comercializaban la bebida. Por lo tanto, esta empresa se dedicaba exclusivamente a producir la bebida y a distribuirla a las diferentes embotelladoras. Y estas embotelladoras eran las encargadas de hacer llegar el producto, mediante los distintos establecimientos a los que la repartían, a los consumidores.
Ya a principios del siglo veinte, eran más de 400 las plantas que embotellaban esta bebida en Estados Unidos, Panamá, Canadá y Cuba, cosa que causó gran confusión entre los consumidores, ya que cada una de estas plantas utilizaba un formato de botella totalmente distinto. Y, como la empresa quería que se le diferenciara e identificara, planteó la unificación del formato de botella para todas las embotelladoras.
Por eso, en 1915, se produjo uno de los puntos de inflexión en la historia de esta gran empresa; ya que después de realizar un concurso, se escogió un único modelo de botella para esta bebida, la famosa botella "Contour", que más de 125 años después sigue siendo una de las características más destacadas de la compañía.
 |
Evolución botella Coca-Cola |
Pero fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados hicieron famosa esta bebida por todo el mundo. Para poder transportarla con facilidad, se creó la lata de Coca-Cola, ya que este envase era más resistente que la botella de vidrio y se evitaba que se rompiera.
Aunque, muchos años después de finalizar la guerra, este envase se ha seguido manteniendo hasta la actualidad y hoy en día, en casi todos los supermercados, este es el único formato en el que se vende Coca-Cola.
Aunque, muchos años después de finalizar la guerra, este envase se ha seguido manteniendo hasta la actualidad y hoy en día, en casi todos los supermercados, este es el único formato en el que se vende Coca-Cola.
